Médiums, piedras de sanación, Atlántida y un descubrimiento bien extraño…
Con esta frase, podrías pensar que te enfrentas a un argumento de venta para unirte a un retiro espiritual “New Age” y sin embargo… no es absolutamente el caso. Estos cuatro elementos son los elementos claves de una historia interesante poniendo en escena el célebre “profeta durmiente” alias Edgar Cayce y una de sus predicciones…
Empezamos por Mr Cayce – Edgar Cayce, nacido el 18 de marzo de 1877 en Hopkinsvikke, en Kentucky. Era un médium autoproclamado, más conocido bajo el nombre de “The Sleeping Prophet”, es decir, el “profeta durmiente”.
Cayce publicó más de 14 000 predicciones individuales en tres etapas diferentes de su vida, entre 1877 y su muerte en 1945. Entre ellas figuran elementos políticos, catástrofes naturales, muerte de celebridades, advertencias y descubrimientos de todas clases.
Esta última categoría cubre un montón de diferentes ideas, pero un tema domina sobre todos los demás: la Atlántida. Una gran parte de los escritos que te encontrarás sobre Edgar Cayce trata sobre el célebre continente perdido. Si crees en su capacidad de predecir el porvernir, tenderás a pensar que la Atlántida existe realmente. De todas formas, muchos lo creen con o sin las predicciones de Edgar Cayce.
La investigación académica concerniente a la Atlántida ignora en gran parte la obra de la profecía de Cayce, así como muchísimos descubrimientos y artefactos arqueológicos, ya que “no encaja” con la historia oficial. Sin embargo, la historia debe normalmente construirse en función de descubrimientos y no de las opiniones de académicos, pero esto ya es otra historia…
Muchos aventureros amateurs utilizan el trabajo de Cayce como piedra angular para dirigir sus investigaciones. A pesar de que un montón de nuevos sitios arqueológicos y artefactos podrían dar que pensar que la Atlántida u otras civilizaciones existieron, por ahora no hay nada seguro y definitivo.
Lo que sí lo es, es que cuanto más tiempo pasa, más escenarios arqueológicos y artefactos encontramos que muestran claramente que una o más civilizaciones “avanzadas” vivían en una época muy remota. Pienso especialmente en Göbekli Tepe, en Turquía, cuyas construcciones más viejas (ciudad) datan de al menos -12 000 años a.C…
Por “avanzadas” aquí, debemos entender las civilizaciones que tenían conocimientos avanzados en astronomía, matemáticas, arquitectura, trabajo de la piedra, geometría y no son “simples nómadas cazadores-recolectores” como la mayoría de la gente tiende a creer.
De hecho, cuánto más viejas son las civilizaciones, más tendemos a creer que eran primitivas y que la evolución y el progreso era de manera lineal como nosotros, los “más evolucionados tecnológicamente”…
Cuando de hecho, todo empieza a sugerir (a través de artefactos y restos) que no era precisamente el caso y que en la época había sobre el planeta diferentes civilizaciones, algunas más evolucionadas que otras, un poco como lo que sucede en nuestra época. Algunas de ellas van al espacio mientras que otras viven de la caza y la cosecha como algunas tribus del Amazonas, por ejemplo.
Ahora, ¿quiénes eran, cuándo estuvieron aquí y por qué desaparecieron? Este es aún un misterio que un buen número de aventureros, arqueólogos y científicos de todo tipo intentan descubrir.
Si este tema te interesa, puedes leer nuestros artículos sobre las pruebas arqueológicas de una civilización desaparecida así como el origen de nuestra civilización.
Las lecturas de Cayce, como se las llama normalmente, están a menudo centradas en diferentes piedras y cristales y proponen muy a menudo recomendaciones que indican qué cristales deben ser utilizados según el objetivo, según sea para curar o como medio de meditación o para protegerse de poluciones psíquicas.
Visita la colección de Piedras de Sanación en nuestra tienda y aprende más sobre sus propiedades.
Cayce aconsejó, a través de sus lecturas, la utilización de diferentes piedras preciosas como el ópalo, el rubí y el lapislázuli, así como muchos minerales y metales de base. El lapislázuli en particular fue un objeto que ha captado mucho la atención por parte de aquellos que estudian a Cayce, El lapislázuli es una piedra azul brillante con rayas blancas y a veces manchas de pirita mezcladas, es muy bonita (ver la foto de aquí abajo).
El lapislázuli ha sido también muy importante a través de la historia, especialmente por sus pinturas, esculturas y joyas de faraones egipcios. De hecho, la máscara de la sepultura del rey Tutankamón tiene cejas de lapislázuli.
Hay sin embargo un problema con todo esto, ya que no es evidente que Cayce se refiriera al lapislázuli ya que en el dictado original él hacía referencia al lapis linguis o lapis ligurius. De hecho, debido a las transliteraciones en el dictado original, la gente seguramente lo ha asociado con el lapislázuli.
Sin embargo hay un nuevo factor a tener en cuenta: el Larimar.
El larimar fue descubierto en 1919 en la República Dominicana por el padre Miguel Domingo Fuertes Loren, de la parroquia de Barahona, pero después de que la burocracia gubernamental de la época impidiera al padre Loren extraerlo, la piedra volvió a quedar entre las sombras… Hasta que fuese redescubierta en 1974 por un tal Miguel Méndez. Dándose cuenta de que había encontrado algo único, Méndez llama a la piedra como a su hija, Larisa, asociada al nombre español para el mar, ya que los habitantes de la isla aseguraban que las piedras eran regalos del océano.
El Larimar es una forma de pectolita y rivaliza en belleza con el lapislázuli, que posee a menudo un increíble azul cielo. El color del Larimar proviene de condiciones volcánicas propias de la República Dominicana y solo se puede encontrar ahí. Y esto es lo que lo vincula a Edgar Cayce.
Más allá de sus prescripciones de piedras y cristales, Cayce también predijo lo que comúnmente se le llama piedra azul. Los escritos sobre esta piedra son vagos y raros, pero da a pensar que predijo el descubrimiento de una piedra preciosa de una increíble belleza dotada de poderosas propiedades curativas en el mar Caribe.
Se asegura que esta joya no es solamente originaria de la Atlántida, sino que podría tener también una relación con el supuesto cristal que Cayce afirmó ser el elemento destructor de la Atlántida.
Desde hace tiempo se piensa que la piedra en cuestión era el lapislázuli, ya que aparentemente, se encuentra en el Medio Oriente, lo que no concuerda con la predicción de Cayce. Por contra, el Larimar correspondería mejor ya que se encuentra en el Caribe.
La piedra azul y sus predicciones aparentes alcanzaron el estatus de leyenda en el seno de la comunidad de seguidores de la Atlántida y Edgar Cayce, sin embargo no se sabe si Cayce hablaba del larimar o no… No hay ninguna mención de la piedra azul en las lecturas registradas por Cayce. Habla explícitamente del lapislázuli como remedio a diferentes males. Habla también de lo que él llama la piedra Tuaoi (ninguna idea de la manera en qué se pronuncia), que describió como un gran cristal opalescente de seis caras.
Según las lecturas 2072-007 (6) et 2072-010 (4,13), la piedra de Tuaoi tendría la función de generar y/o gobernar el poder en el seno de la cultura atlante, lo que puede hacer creer a la gente que se trata de una referencia a la piedra azul y/o al Firestone (el famoso cristal responsable de la caída de la Atlántida).
Es fácil suponer que estos cuatro conceptos aparentemente distintos que provienen de sus lecturas podrían en realidad referirse a la misma piedra. Es también fácil de entender como la vasta naturaleza de su trabajo y la formulación ambigua de la mayoría de predicciones pueden llevar a diferentes personas a distintas conclusiones.
Sin embargo, ahí estamos. En algunos entornos, el larimar, en toda su rara belleza, es considerado como un verdadero pedazo de Atlántida. En otros círculos, es considerado como uno de los cristales/piedras de sanación más poderosos del planeta. Para los que consideran seriamente las palabras de Cayce, estas piedras azul océano son un artefacto inestimable de una historia que se perdió hace tiempo.
Para el resto de nosotros, es simplemente una bonita piedra azul.
Por supuesto, debemos mencionar que el larimar, se trata de un vestigio de la Atlántida, podría no ser el único que hemos encontrado recientemente.
A principios de 2015, buceadores italianos hicieron un descubrimiento sorprendente. Los medios declararon por todos lados que habían encontrado lingotes de oricalco en las aguas poco profundas próximas a puertos de Sicilia.
El oricalco, si no estás familiarizado, sería la famosa “aleación de la Atlántida”, ya que se menciona en el Critias de Platón, especialmente en la descripción del templo de Poseidón y se describe como un metal extraído únicamente de un continente perdido. En todo caso, esto es lo que se creía y se decía en la época.
Sin embargo, sabemos que el oricalco es una aleación de zinc y cobre o de latón. Algunos dicen que el verdadero oricalco es una aleación de cobre, oro y plata… En resumen es una aleación de metales y no un mineral que se encuentra en estado bruto en la naturaleza. Sin embargo en la época de la Atlántida, habrían podido utilizar este tipo de aleación como lo hacían los romanos por ejemplo.
¿Entonces hemos descubierto el oricalco de los atlantas? Continuará…
Para acabar bonito, te invitamos a descubrir este magnífico Collar “Corazón de la Atlántida” en Larimar: