No podemos forzar a nadie a ver lo que aún no está preparado para ver

A menudo, tendemos a sentirnos frustrados cuando notamos que alguien no ve algo que a nosotros nos parece evidente. En general en este tipo de casos, forzamos las cosas e intentamos mal que bien, sacar a la luz lo que la persona no ve.

Finalmente, solemos acabar por estar más forzados que otra cosa…

Debemos ser claros en que todos tenemos perspectivas diferentes, enfoques distintos, vinculados a nuestras experiencias personales. Y forzosamente, esto genera diferencias de apreciación.

El respeto de cada persona implica también tener la capacidad de comprender que cada uno tiene su propio camino evolutivo. E incluso en el momento en el que buscamos hacerle comprender un punto de vista particular, la persona simplemente, puede no estar aún preparada para esta información

Cada uno de nosotros estamos evolucionando. Algunos más rápidamente que otros. Algunos viven experiencias que les hace cerrarse, volverse desconfiados y limitarse a sí mismos. Por eso ellos actúan con prudencia.

Si haces frente a este tipo de personas y sabes en tu intimidad que tienes LA solución para ayudarles, puedes sugerirles ayudarles. En ningún caso puedes “forzar” las cosas intentando mostrar lo que no quieren ver.

Entiende bien que cada uno dice lo que es bueno para él mismo. Cuando tratas de ayudar a una persona que no tiene ganas o que no se siente preparada para evolucionar, después de todo no estás ayudándolo. ¿Conoces esta pequeña historia del capullo y la mariposa?

Un día, apareció una obertura en un capullo.

Un hombre se sentó y miró la mariposa naciente batirse durante horas para pinchar su refugio y forzar a que el pequeño agujero se agrandara.

Pero pronto al hombre le pareció que el insecto no progresaba más. Se fue tan lejos como había podido pero no se movía más. Entonces el hombre cogió unas tijeras y recortó delicadamente el capullo para ayudar a salir a la mariposa. Emergió fácilmente. Pero había un cuerpo débil y sus alas arrugadas estaban atrofiadas.

« No es grave, se va a desplegar» se dijo el hombre y continuó mirando la mariposa esperando que desplegara sus alas para volar. Pero esto nunca llegó.

La mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose sobre su pequeño cuerpo, incapaz de utilizar sus atrofiadas alas.

Lo que este hombre, dentro de su bondad precipitada, no había entendido, es que el capullo tan cerrado es artimaña de la Naturaleza para forzar a la mariposa a perforar y entrenar sus alas… Solo con esta condición, puede volar.

A veces, nuestras angustias, nuestros fracasos, nuestros golpes duros son precisamente lo que necesitamos. Si la naturaleza permitiera que avancemos en la vida sin jamás encontrar obstáculo alguno, esto nos debilitaría, nos pareceríamos a esta mariposa que nació tan rápido que la facilidad le cortó las alas. La libertad es un caro conocimiento. ¡Pero no se vuela sin entrenar un mínimo!

La aceptación o el arte de permitir.

aceptacion vida permitir espiritualidad

Llegando a un cierto nivel de consciencia, comprender que lo que no depende de ti, no depende de ti simplemente. Entonces ¿por qué tratar de luchar contra lo que no es visiblemente de tu incumbencia?

La verdad es que cuando reflexionas “por qué” intentas tanto “mostrar” algo a alguien, te das cuenta que lo que haces, no lo haces únicamente por esta persona, sino también para ti.

Buscas de hecho la aprobación de la otra persona. Si te escucha, te sientes bien, comprendido, entendido, considerado. Si no es el caso, entonces te sientes mal o la presionas. Y cuanto más mal te sientes, ya que la persona no quiere escucharte, más fuerzas todo bajo el pretexto de que deseas ayudarla.

De hecho, fuerzas ya que no te sientes comprendido, considerado o escuchado. No obtienes entonces la gratificación de ser útil y no recibes la “aprobación” del otro. Fuerzas de esta manera las cosas para conseguirlo, bajo la fachada de que deseas ayudarlo.

Puedes también querer que la otra persona se sienta mejor para tú sentirte mejor contigo mismo. Olvidas entonces que la persona que intentas ayudar puede necesitar más tiempo para evolucionar a su ritmo y tú fuerzas a esta persona a evolucionar inmediatamente sin tener en cuenta sus sentimientos y sus profundas necesidades, justo para que tú puedas sentirte bien de ayudar a esta persona a sentirse mejor.

¿Habías ya visto las cosas desde este ángulo?

Si tomas tiempo para ver en ti mismo si no reaccionas de esta manera, podrás ahora aprender a respetar las motivaciones, decisiones, emociones y prioridades de la otra persona sabiendo que cada uno está en su fase.

Deja que cada persona tenga la ocasión de pensar, de crecer e incluso de equivocarse y asumir las consecuencias de sus actos. De hecho, cuando dejas que los demás “se equivoquen” les permites crecer.

No trates nunca de cambiar cómo una persona se siente, toma mejor el tiempo en honorar y validar sus emociones y sensaciones, de dejarle vivir esta parte de humanidad que tendemos a evitar. Es la mejor manera de ayudarle a evolucionar.

4 thoughts on “No podemos forzar a nadie a ver lo que aún no está preparado para ver”

  1. Alba Gastelum

    Excelente reflexión , es verdaderamente un trabajo muy intenso el evitar querer ayudar al otro cuando se cree q se esta equivocando debido a que el miedo a q la pase mal nos invade, o el temor a que me genere un problema, por eso la frustración cuando no hay el resultado que esperamos.

  2. FABIANA GROSSMAN

    Estoy aprendiendo a ser yo misma, verme adentro, armonizando y usando técnicas de Reiki y yoga

Comments are closed.

Scroll to Top