¿Qué es el tercer ojo?
La glándula pineal (alias tercer ojo) es una glándula en el “centro” del cerebro del tamaño de un guisante que tiene la forma de un cono de piña. Está situada cerca del hipotálamo y de la hipófisis.
También conocido como el tercer ojo, es una herramienta venerada por los videntes y místicos y considerado como el órgano de la conexión universal suprema.
Su importancia aparece en todas las culturas antiguas del mundo entero. Por ejemplo, en la filosofía ayurvédica, el tercer ojo se representa por el Chakra Ajna y en el antiguo Egipto, el símbolo del Ojo de Horus refleja el lugar de la glándula pineal en el perfil de la cabeza humana.
A la izquierda el ojo de Horus y a la derecha el corte vertical de un cerebro, dejando ver la glándula pineal y la similitud asombrosa entre el ojo de Horus y la estructura del interior del cerebro.
El tercer ojo está vinculado a la claridad, a la concentración, la imaginación y la intuición y la conexión con la energía (la información) divina.
El tercer ojo visto bajo el ángulo de la biología.
Según el punto de vista de la biología, la glándula pineal produce la melatonina.
La melatonina controla los ritmos circadianos (ciclo de 24 h de producciones de diferentes hormonas y substancias químicas necesarias al cuerpo). Esto hace de la glándula pineal el regulador principal del tiempo, que afecta no solamente nuestros hábitos de sueño, sino también nuestra maduración sexual.
La melatonina afecta también nuestro estrés y nuestra capacidad de adaptarnos a un mundo en transformación. Este tercer ojo se activa cuando se expone a la luz y llena un cierto número de funciones biológicas para controlar los biorritmos del cuerpo.
Trabaja en armonía con el hipotálamo que dirige la sed, el hambre, el deseo sexual y el reloj biológico que determina nuestro proceso de envejecimiento.
El significado del tercer ojo.
Desarrollar el tercer ojo permite abrir la puerta a todo lo psíquico como la telepatía, la clarividencia, el despertar lúcido y la proyección astral. La ilusión de separación entre yo y el espíritu se disuelve cuando se activa el vínculo con el tercer ojo.
Por qué deberías despertar tu tercer ojo.
Se dice que un tercer ojo bloqueado es fuente de confusión, de incertidumbre, cinismo, celos y de pesimismo. Gracias a un tercer ojo abierto y vibrante, la fuente más elevada de energía (cósmica) puede entonces penetrar en ti.
Mientras que los ojos físicos perciben el mundo físico, el tercer ojo percibe el mundo no físico, el mundo de la información. Estas informaciones tú las captas bajo forma de imágenes, de sonidos, sensaciones físicas, intuiciones, etc.
En efecto, tu cerebro es un “módem” que descodificará la información en un lenguaje que te es propio: imágenes, sensaciones, etc. Cuando tú abres tu tercer ojo, tú ganas en claridad, en concentración, te sientes más consciente y más feliz.
Esencialmente, te vuelves tu propio maestro —el maestro de ti mismo y de tus percepciones— y vives más conscientemente en el instante presente.
¿Cómo se produce la calcificación?
La calcificación de la glándula pineal es normal si el tercer ojo no se utiliza o por el desarrollo de una alimentación rica en flúor y calcio. La calcificación es la acumulación de cristales de fosfato de calcio en diferentes partes del cuerpo.
Este proceso se produce en razón de la presencia de toxinas en los productos habituales, tales como el fluoruro, las hormonas y los aditivos, los azúcares y los edulcorantes artificiales.
Las radiaciones emitidas por los teléfonos móviles y los campos eléctricos y magnéticos pueden también tener efectos negativos sobre la glándula pineal.
Tu misión: alaba tu tercer ojo.
Tengas o no una glándula pineal calcificada, deberías estar contento de tener esta capacidad. Ciertamente, cuando empieces tu práctica de despertar, estarás más conectado a la información cósmica (o del universo).
Esto te permitirá mejor seguir tu intuición, y sobretodo sentirte independiente y manejar tu propia vida y no lo que dicen los medios u otras influencias exteriores, que al final quieren que sigas un “movimiento”.
Este único movimiento a seguir es el tuyo, pero para hacerlo, debes empezar por practicar algunas técnicas de activación de tu glándula pineal para poder recibir la información a la que estás destinado.
Para poner en marcha esta práctica, empieza por mostrar gratitud a tu tercer ojo. Agradece tus capacidades intuitivas innatas y tu conexión a la naturaleza por medio de ritmos circadianos regidos por la glándula pineal.
Pasa cada día 10 minutos para activar conscientemente tu tercer ojo con la meditación, el canto, la oración, la danza o el yoga.
7 maneras de despertar tu tercer ojo.
1. Evita el fluoruro.
Pon particular atención al agua en tu vida: el agua del grifo es una fuente de Fluoruro, que contribuye a la calcificación de la glándula pineal. El dentífrico es otra fuente importante de fluoruro. Sin embargo existen dentífricos sin Flúor que puedes encontrar en todas las tiendas bio.
Considera añadir filtros para el agua en los grifos de tu fregadero o ducha. O si puedes, añadir directamente fuentes de agua filtrada.
Presta atención también a la alimentación industrial que contiene numerosos aditivos químicos capaces de perturbar tu funcionamiento cerebral.
2. Abastécete de vitaminas et minerales.
Nuestro cuerpo es capaz de equilibrarse naturalmente si se le aporta los compuestos que necesita para nuestra alimentación, La lista de alimentos que contribuyen a la desintoxicación de la glándula pineal es larga pero aquí tienes algunos ingredientes que pueden ser particularmente útiles: el cacao crudo, las bayas de goji, el ajo, el limón, la sandía, los plátanos, la miel, el aceite de coco, las semillas de cáñamo, el cilantro, la chlorella, la espirulina, las algas, el vinagre de sidra, el ginseng.
3. Utiliza aceites esenciales.
Muchos aceites esenciales estimulan la glándula pineal y facilitan los estados de consciencia modificados, especialmente la lavanda, la madera de sándalo, el incienso, el perejil y el pino. Los aceites esenciales pueden ser inhalados directamente, añadidos a un aceite neutro como el aceite de almendra suave y untados sobre la piel o puedes utilizar un difusor de aceites esenciales.
4. La práctica solar: el Sungazing.
Atención: El sungazing es una práctica verdaderamente excelente, sin embargo, no debe ser practicada sin saber cómo hacerlo.
El Sungazing consiste en mirar el sol todos los días durante cierto tiempo. Sin embargo, hay reglas muy estrictas a respetar para no dañarse los ojos.
He aquí las reglas a seguir obligatoriamente:
Únicamente se puede hacer el Sungazing a ciertas horas: durante la primera hora a continuación de la salida del sol o durante la última hora de la puesta de sol. No mires jamás al sol si te duelen los ojos al hacerlo.
Debes haber visto ya la puesta de sol durante un cierto tiempo sin peligro, ¿no? Pues aquí es exactamente lo mismo. Por el contrario no se te ocurriría mirar el sol a otras horas que no fuesen sino cuando se pone el sol.
Si el sol sale a las 5:45 h de la mañana en tu zona, puedes empezar tu Sungazing entre las 5:45 y las 6:45 h de la mañana. Personalmente empiezo a las 5:45 ya que el sol no ha salido a penas y es aún naranja, por lo que no es amarillo brillante.
Si el sol se pone a las 19:30 h, puedes hacer un Sungazing entre las 19:30 y las 20:30 h. Por la noche espero los últimos 30 minutos para empezar el Sungazing, por las mismas razones que por la mañana, el sol es entonces naranja y es más fácil mirar cuando empiezas la práctica.
- El primer día empieza a mirar el sol (en los momentos correctos) durante 10 segundos.
- Añade cada día 10 segundos más. Día 1 = 10 segundos. Día 2 = 20 segundos, etc…
- No saltes de etapa sobre los segundos, re respetan los 10 segundos a añadir por día.
- Debes mirar el sol sin gafas, sin binoculares, sin lentillas: con el ojo al descubierto.
- Es interesante realizar esta práctica con los pies descalzos encima de la arena, la hierba o una roca, para que estés bien anclado y la energía pueda circular en ti.
5. Medita y canta.
La meditación activa la glándula pineal por intención: piensa en visualizar la descalcificación de la glándula pineal. El canto provoca vibraciones que hacen vibrar la glándula pineal y la estimula.
Considera también cantar el mantra “Om”, conocido como el sonido primordial del universo.
He aquí un vídeo del OM en 432 hz que te ayudará si deseas “cantar por encima del monje”. Personalmente utilizo esta técnica con auriculares que me permiten adaptarme al canto del monje verificando que tengo una buena tonalidad:
6. Utiliza cristales.
Los cristales son aliados importantes en la búsqueda dirigida a abrir el tercer ojo. Utiliza cristales y piedras preciosas en la gama de colores azul violeta e índigo. Esta paleta de colores indica una vibración energética ideal para actuar sobre el tercer ojo.
Prueba por ejemplo la amatista, el lapislázuli, la labradorita y la sodalita. Puedes meditar con esta piedra: ponerla sobre tu frente o simplemente cerca de ti. Puedes también dormir con esta piedra bajo tu almohada. Guárdala contigo lo más a menudo posible eligiendo una joya en piedra como esta magnífica pulsera mala en amatista por ejemplo:
7. Deja a tu intuición brillar.
Una vez que hayas empezado a trabajar con tu tercer ojo, empezarás a recibir mensajes de orientación y visiones. Esfuérzate en tener el coraje de dar sentido a lo que tu intuición te ofrece y esta claridad no parará de aumentar.
Acuérdate que la vida ofrece un regalo al que sabe qué hacer con él.
¿Quién sabe hasta donde puede llevarte esto…? 🙂